Su importancia, sus riesgos, sus cuidados. Todo para salir al sol, segura.
Los cambios hormonales que acontecen en el embarazo tienen impacto en la piel y la exposición al sol merece un poco mas de atención que lo habitual, aquí todo lo que merecemos saber para exponernos sin arriesgarnos a manchas, insolaciones y carencias vitamínicas.
El sol, el mismo que vemos cada mañana entrar por la ventana, nos brinda múltiples beneficios y así tengamos una exposición indirecta o el día se presente nublado, los rayos igualmente nos alcanzan.
Mientras tu piel se broncea, tus huesos se mineralizan y a pesar que el sol nunca llegará hasta tus huesos, los rayos UV ayudan a producir vitamina D en la piel, vitamina muy importante para la mineralización de los huesos, ya que favorece la absorción en el intestino del calcio y el fósforo y también para evitar su pérdida en el riñón.
Bastan 5 ó 10 minutos de sol, 2 o 3 veces por semana para recargar los depósitos de vitamina D.
Además el sol mejora la apariencia de la piel, estimula tus defensas y mejora el perfil del colesterol. En consecuencia regula la presión arterial, es cardioprotector y reduce la incidencia de cáncer de mama, colon, ovario, vejiga, útero, estómago, linfomas y próstata.
El sol, mejora el estado de ánimo la explicación está en que los rayos UV aumentan la producción de un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar: la serotonina, que también interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual. En consecuencia también colabora en estas tres funciones vitales.
El sol en el embarazo favorece a la madre y al bebé
Debes saber que durante el embarazo, la piel se broncea mucho más rápido. Esto se debe a un cambio en el fondo hormonal. El nivel de estrógeno aumenta, lo que provoca una formación más intensa de pigmento de melanina. Este último da a nuestra piel un tono de chocolate. Por lo tanto, si estás embarazada debes ser especialmente cuidadosa con las reglas de comportamiento en la exposición solar, para evitar posibles complicaciones.
Bajo la influencia de los rayos UV, se forma la vitamina D que es necesaria para el organismo, más en este momento donde la exigencia se duplica.
Promueve el crecimiento del cabello, mejora la estructura de los huesos y las uñas, todo debido al hecho de que el calcio y el fósforo se absorben poco en el cuerpo sin esta vitamina.
Los rayos del sol también ayudan a los procesos de hematopoyesis y renovación de la piel. En este caso, la melanina, que se produce en la piel bronceada, impide la penetración de rayos infrarrojos dañinos que tienen propiedades de radiación. Y debido a que en verano es casi imposible evitar por completo la exposición al sol, el bronceado se convierte en una forma segura de proteger la piel.
El bronceado también es útil durante el embarazo porque mejora la inmunidad. Y esto conducirá a una reducción drástica de posibles enfermedades respiratorias.
La influencia de la luz solar acelera los procesos metabólicos y, en consecuencia, la mujer no aumenta de peso si lleva una dieta saludable.
Toma nota, aquí las recomendaciones
1- Comenzar a broncearse gradualmente, no permanecer bajo el sol por más de media hora, hasta las 10 de la mañana o después de las 5 de la tarde.
2- Usar siempre protector solar de nivel de protección UV más altas, 50 para rostro y escote sí o sí.
3- Aplicar protector solar 20 minutos antes de salir al sol y renovar periódicamente la aplicación de la crema, especialmente después de los procedimientos de agua.
4- Para evitar la deshidratación, beber muchos líquidos.
5- Proteger los ojos con gafas de sol y la cabeza con sombrero de ala ancha.
6- Si la temperatura en el termómetro excede el valor de + 30 ° C, es mejor olvidarse de la salida en absoluto, ya que esto puede afectar negativamente el curso del embarazo y el estado del feto. Además, pueden desarrollarse complicaciones no deseadas como provocar quemaduras en la piel o insolación.
7- Si la sudoración es abundante, además de reforzar la colocación de protector solar, retirarse de dicha exposición, reponer la hidratación bebiendo agua y refrescar el cuerpo.
8- Luego de la exposición solar, tomar un baño e hidratar la piel con cremas o emulsiones ricas en vitamina A.
Manchas en el embarazo
Se denomina cloasma o melasma a las manchas de color té con leche que salen en el rostro de la mujer embarazada, en general, con forma de alas de mariposa en la región comprendida entre la frente y los pómulos.
Muchas veces entre el estímulo hormonal y la predisposición genética, resultan inevitables y a mayor número de embarazos, mayor tamaño y pigmentación.
Pueden prevenirse con la utilización de protector solar de alta puntuación, sin embargo no evitará que salgan.
Si la piel ya se manchó, utilizar protector evitará que siga oscureciéndose o extendiéndose.
Línea alba
Es la línea que se encuentra en el centro del vientre que de acuerdo al fototipo de cada una, será más o menos notoria.
Esta pigmentación natural es transitoria, como ocurre con las axilas y la región genital.
Si hubiera una exposición solar, sugerimos utilizar pantalla solar 50.
Cama solar
No está demás aclarar que su utilización no es recomendada en ningún estado, más en el de gravidez. Se sabe que los rayos son mucho más perjudiciales para la piel y su exposición aumenta las chances de un cáncer de piel.
Cómo tratar las manchas
A quienes se sienten muy ansiosas a la hora de iniciar el tratamiento de despigmentación de las manchas. Paciencia, virtud que se cultiva.
El embarazo ni la lactancia serán los momentos oportunos.
El tiempo hará lo suyo y cuando sea el destete, iniciarás el tratamiento.
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